AUTO-FICCIÓN, PUDOR Y GLORIA

Después de varias obras menores en la última década, ALMODOVAR regresó a las salas de cine con DOLOR Y GLORIA en este fructífero 2019. El ritmo de la película es bastante lento y a diferencia de sus otras películas, esta no tiene un pelo de complacencia, al que le gustó, les gustó y ya está.

PENELOPE CRUZ y JULIETA SERRANO se llevan parte de la película con sus impresionantes actuaciones, ambas personificando a la madre del director " Salvador Mallo". Otro que se roba escena es LEONARDO SBARAGLIA, personificando al catalizador que cambia la marea de la narración.

ALMODOVAR ya fue oscuro en MALA EDUCACIÓN y ya fue tristeza en JULIETA y LA FLOR DE MI SECRETO, sin embargo la oscuridad y la tristeza de este pasaje, es más detallado, más "personal" y por momentos, combina tantos elementos, tiempos, técnicas, que entiendes que estás viendo algo con alma, si es que existen las obras con alma.

Obviamente la decoración, MINA, CHAVELA VARGAS, ANTONIO BANDERAS, ALBERTO IGLESIAS y un cameo de CECILIA ROTH, vuelven a darle forma y el toque "almodovariano", que jamás dejará de poseer vigencia en el cine español y el cine en general. Los finales de sus películas suelen ser únicos y este no se queda atrás. Recordándome los acertados finales de LARS TRIER, en especial, THE HOUSE THAT JACK BUILT, donde MATT DILON, resultó ser el doppelganger perfecto del danés, así como BANDERAS se volvió el espejo de PEDRO. Dos directores impecables hasta el ridículo, que siempre o casi siempre sacan todo en cada guión, en cada escena, dirección de actores, etcéteras.

Nadie hace auto ficción como ALMODOVAR ni retrata el sufrimiento como el manchego. Una de sus mejores películas desde TODO SOBRE MI MADRE, HABLE CON ELLA y VOLVER. Como dicen por ahí, esta fue una experiencia cinematográfica de las que se te meten debajo de la piel.