BLACK MIRROR: RACHEL, JACK AND BRITNEY TOO

BLACK MIRROR regresó este año con tres episodios y en su final de temporada, crearon una bomba, al menos para los que entienden de lo que están hablando.

RACHEL, JACK AND ASHLEY TOO es el nombre del último episodio  y aunque muchos creerían que el atractivo o mensaje va encaminado a la inteligencia artificial, sobre como tiene vida propia, toma decisiones propias y no tienen sentimiento alguno (al menos no deberían), no es un episodio principalmente "transhumanista".

El personaje de la celebridad pop usa una peluca rosa y es medicado por sus familiares, se sabe que las pelucas rosas son un código del cabal para las esclavas mk ultra que les han lavado el cerebro y recientemente aparecieron indicios de que el padre de Britney Spears drogaba a su hija y la encerró en un "centro de rehabilitación" en contra de su voluntad. La similitudes son demasiadas y encima, el personaje es encarnado por MILEY CYRUS, otra afectada por DISNEY y sus métodos dudosos para convertir a niñas en estrellas de la canción juvenil.

Incluso aunque no creo que existan las víctimas, este episodio es una cachetada de guante blanco a los familiares de estrellas infantiles y al gigante (monstruosamente gigante) de DISNEY, al que muchos glorifican y se sabe era pedófilo y corrompió la vida de BOBBY DRISCOLL y otros niños, de muchas formas inimaginables que hacen ver a SALÓ como un cuento de niños. Encima te muestra lo inhumano y aterrador de los hologramas de celebridades que proyectan en los conciertos, un paquete explosivo que sinceramente en poco más de una hora y con mucho menos presupuesto, hicieron lo que BLADE RUNNER 2049 logró en ocasiones mediocremente con millones de dólares de presupuesto, RYAN GOSLING (otro mouseketeer con menos daños primarios y colaterales) y el guionista original.

Si después de este capítulo no sienten empatía por BRITNEY SPEARS y no entienden lo delicado que es el tema de la inteligencia artificial, no sé que lo haga. Desde NOSEDIVE, no veía un capítulo tan atinado y más realista que la cotidianidad misma.