Ya no queremos Halloween

Jamie Lee Curtis está completamente desperdiciada en la sequela de Halloween (2018),  el director que supuestamente le daría una versión más humana a la "franquicia",  apostó por diálogos acartonados, nuevos personajes sin ningún sentido ni realismo y cosas que no vale la pena mencionar. El personaje de Laurie carece de profundidad ni tiene diálogos largos, es una mujer "mechuda" traumada por su pasado. El final no tiene mucha ciencia, tal vez es un final acertado y la película comienza bien, pero justo el medio, la mitad, es completamente aburrida.

Para lo peor del 2018. No vale la pena gastar dinero en ella, incluso Gaga, que no es muy de mi agrado, resultó mejor actriz y cantante para A STAR IS BORN que la propia Jamie Lee Curtis como Laurie Strode. Algo que prometía para finiquitar la saga y en realidad, no aporta nada a lo que John Carpenter logró hace 40 años. Incluso la tercera parte, que logra sensaciones de desagrado "mañosamente" y con un guión pueril y que parece salió de la mente de un niño, es mucho mejor que esta entrega.