Contorsiones privadas

Hay un delfín en mi garganta
que te dice lo que siento,
querrás decirme "está de más".

Hay un armadillo
en mi espalda que se cubre de tí,
levántate
y lava tu uniforme.

Hay un tímpano que no escucha
y una mano que te quiere tomar,
debes volver con el uniforme limpio.
Hago contorsiones debajo de la cama
y oídos sordos a tu inseguridad.

Me defiendo de tu suerte
que quisiera fuera otra.