Acuario

Hay algo en sus ojos
que contempla
amaneceres internos
y mi ocaso.

Tintinean sus nervios
y gritan a los 4 vientos,
suben montañas
y apaciguan el miedo.

Acuario,
Cántico en ecos,
Sueño de invierno.
Cima del alma,
energía inmortal.

Sugiere
mi castigo,
te he abandonado.
Ahora vuelvo
con el agua
en las manos.

Vaciar
mi confianza
en tu espalda
y tu corazón
en mis manos.

La necesidad
de ser tu bastón.
La tensión
que siempre
alojas
y alimenta
al sol
que prende y apaga
a destiempo.

Quiero
respetar
cada movimiento,
con el flujo
de las raíces
intrigar
el misterio
porque la claridad
de mirada
pertenece a los ciegos.



Acuario,
tempestad y ternura,
tal vez yo soy el ciego.

Tu fragilidad
me hacía soñar.
Verte sonreír
tras la victoria,
le dió sentido
a tu pueblo.